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lunes, 14 de noviembre de 2016

Olas de poder con carga extra y respuestas a la luz y la oscuridad por Lee Harris




Olas de poder con carga extra y respuestas a la luz y la oscuridad
por Lee Harris
7 de noviembre 2016

Traducción: Rosa García
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora

http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm https://www.facebook.com/ManantialCaduceo


Definitivamente, estamos dejando ir todo lo viejo.

Resulta muy intenso atravesar el dolor, la tristeza; en definitiva, la parte de nosotros que puede sentirse abatida debido a todo lo que estamos confrontando. Si consideramos lo que ha sucedido en el mundo durante los últimos cuatro meses y todo lo que nos ha estado impactando a nivel planetario, nos daremos cuenta de que se está realizando una profunda limpieza.

Durante mucho tiempo las profecías anunciaron que atravesaríamos una época intensa, una época durante la cual los cimientos de todo lo anterior se verían sacudidos y se liberaría una gran cantidad de nueva energía. Pero también se nos dijo que ocurriría de forma lenta y que sería un proceso que se extendería durante un largo periodo de tiempo.

Entiendo la frustración que muchos están sintiendo. A muchos les entristece que una voz de alcance masivo como la de Bernie Sanders  (que arrojaba luz sobre cuestiones candentes que  necesitan cambios), al final no haya conseguido abrir una brecha que ahora parecía posible. Por el contrario, se nos han presentado dos polaridades extremas en cuanto a quién podría ser el futuro presidente de Estados Unidos. Y, claro está, lo que sucede en Estados Unidos también tiene repercusión en el resto del mundo.
Pero, si extrapolamos estas cuestiones al terreno personal, que es donde las situaciones mundiales nos afectan a todos, nos encontramos con que estamos consiguiendo un enorme avance en dirección a la magia. Toda la energía que anteriormente había sido suprimida o estaba herida, ahora emerge a la superficie para que podamos sanarla y restaurarla en nosotros y en el planeta, de manera más profunda y visible.

Por consiguiente, el conflicto forma parte de la ecuación, porque todos estamos expresando con más intensidad lo que sentimos y por qué lo sentimos. Al hacernos más conscientes de ello, también pueden producirse choques con otras personas.
En ocasiones podría darnos la sensación de que son conflictos sin resolución posible, que se trata de una guerra entre dos polaridades diferentes. Pero no es así. Energéticamente, cuando dos personas se confrontan, comienzan a disolverse recíprocamente las bases de sus convicciones y sus posiciones. La cuestión de disolver nuestras bases es un tema de alcance global; es posible que muchos también estemos “disolviendo nuestros cimientos” en estos momentos. Algunos podríamos estar a punto de dar un salto, preparándonos para llevar a cabo grandes cambios en nuestra vida. O bien, a nivel interno, podríamos estar llegando hasta el fondo de asuntos profundos sin resolver relativos a la sexualidad, al ego, el abuso de poder… Todos estos temas están saliendo a la luz, por lo que también podrían estar cobrando importancia en nuestras vidas.
Por ejemplo, debido a todo lo que se está limpiando a nivel planetario, podríamos sorprendernos con actitudes más reactivas hacia la más mínima insinuación de sexismo en situaciones que antes apenas nos afectaban. De pronto, tomamos consciencia y nos damos cuenta de algo, porque está teniendo lugar una “conversación mundial” al respecto. Puede que nos sintamos menos tolerantes cuando otros intenten acallar nuestras opiniones. O que estemos encontrando nuevas soluciones pacíficas ante los desacuerdos. Tal vez ahora, en lugar de imponer nuestras opiniones a los demás, cuando alguien no está de acuerdo con nosotros hemos aprendido a decir: “Muy bien, comprendo que ese es tu punto de vista, aunque el mío es diferente. Podemos estar de acuerdo en que no tenemos que estar de acuerdo. No hay necesidad de discutir por eso.”

Están ocurriendo muchas cosas a niveles muy sutiles y complejos. Estos cambios se están dando a tanta velocidad y se están volviendo tan “multidimensionales” que resulta difícil afirmar: “El 80% del planeta está experimentando esto en este momento”, o “el 50% está viviendo esto otro”.

También está teniendo lugar un cambio profundo en lo referente a nuestro poder. De pronto, podríamos sentirnos tremendamente empoderados en áreas de nuestras vidas con las que llevábamos tiempo debatiéndonos sin saber qué hacer. Es posible que ahora experimentemos un salto cuántico en ese sentido.
En el otro extremo del espectro, la falta de poder se nos podría mostrar claramente y de manera muy personal. Podríamos estar considerando dejar un trabajo que nos impide continuar con nuestra vida. O, tal vez, otras personas nos hagan una “invitación” directa a sentirnos sin poder alguno. La pregunta es: ¿Cómo vamos a jugar este juego de otra forma?

 Todos somos cómplices a la hora de consentir cómo nos tratan los demás.
 Alguien podría decirme, furioso: “Lee, estás muy equivocado” y, ante eso, yo puedo reaccionar de diferentes maneras. Podría encogerme, echarme atrás y perder mi poder o podría sostener mi espacio y responder: “Bien, veo que estás enfadado, veo que te pasa algo conmigo pero, ¿podrías explicarme qué es y por qué estás tan enfadado?”. También podría convertirme en el agresor respondiendo en el mismo tono: “No, no me equivoco” y, después, contraatacar. Todos podemos elegir cada día qué hacemos con nuestra energía y en quién queremos convertirnos.

 No obstante, las experiencias que hemos acumulado a lo largo de nuestras vidas han dado lugar a la persona que hoy somos. Si durante toda mi vida me he sentido una víctima, puede llevarme mucho tiempo pasar por el proceso de atraer a una serie de perpetradores y de personas que de nuevo me hagan sentir víctima (para que, de forma lenta pero segura, yo empiece a cambiar quién soy y cómo respondo energéticamente ante ellos) .
Eso es lo que estamos haciendo a nivel global, de la misma manera lenta y dolorosa. Quizá pensemos: “Las cosas en el mundo no están cambiando a la velocidad que me gustaría”. En esos momentos, deberíamos preguntarnos cómo podemos cambiarnos a nosotros mismos. Porque es muy difícil cambiar el mundo individualmente. Sin embargo, los momentos de tantas fluctuaciones en el mundo exterior como estos, son el mejor combustible para el desarrollo personal y el cambio interior.

Podemos utilizar esa energía de disgusto acerca de lo que ocurre en el exterior para llevarla hacia el interior y preguntarnos: “¿Qué necesito cambiar en mi vida? ¿Cómo puedo comprometerme a hacerlo durante los próximos tres meses? ¿Cómo puedo ayudar a mis amigos y a las personas de mi entorno que sé que están en apuros? No me gusta tener que presenciar tanto sufrimiento y penurias, de manera que, ¿cómo puedo reaccionar de forma diferente ante ellos? ¿Qué podría cambiar en mi vida que me ayude a potenciar algo en mí, algo que sé que debo desarrollar? Y, al mismo tiempo, ¿cómo puedo ayudar en esta situación y estar al servicio?”

Ese será el camino de salida para muchos trabajadores de luz y personas sensitivas. Somos muchos los que estamos atravesando esa especie de embudo, listos para salir expandidos al otro lado. Es algo que hemos oído durante muchos años, pero que ahora está ocurriendo de forma muy palpable y visceral.

Los años 2017 y 2018 traerán enormes cambios para el planeta y, esta actitud les resultará útil a aquellos que se consideren agentes del cambio o trabajadores de luz. Averigüemos qué podemos aportar. Cuando nos sorprendamos quejándonos por lo que ocurre en el exterior, preguntémonos: ¿Qué es lo mejor que puedo aportar en esta situación?

Quedarse sentado y ponerse a criticar a los demás supone un enorme desgaste de energía. Por el contrario, lleva mucha menos energía pasar a la acción al preguntarnos: ¿Qué puedo mejorar en mi y en mi vida que me ayude a ser diferente? Esa es la llamada a la acción de este momento. ¿Vamos a escucharla y permitir que la luz penetre en nosotros?

Me gustaría también incluir una afirmación para que reflexionemos acerca de ella. ¿Estamos invitando lo bastante a la luz a que entre en nuestras vidas y en el planeta?

Por tanto, la afirmación de este mes es: “Permito que la luz entre en mi”.

Mucho amor para todos. Sigan amándose a sí mismos y a los demás. Y permitan que la luz entre en todos.

Hasta el próximo mes.

Lee Harris
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